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LA VERGUENZA

 

CÓMO SUPERAR LA VERGÜENZA

UNA OPORTUNIDAD PARA USTED

 

Los Manuales Prácticos que aquí se ofrecen, absolutamente gratuitos, no son una colección de artículos breves, sino verdaderos cursos articulados que resumen las investigaciones realizadas por un especialista mundial en el tema.

 

Le recomendamos que se proponga un plan de estudio regular (unos minutos por día) de los materiales que aquí se ofrecen, para no considerarlo una simple lectura y aprovechar realmente todo su potencial.

 

La vergüenza es una noción escurridiza. A pesar de que ha sido estudiada de modo sistemático desde 1950, es bastante mejor comprendida que su pariente cercano, la culpa. Sólo recientemente han empezado a aparecer tratados importantes sobre las vergüenzas.Algunas de las razones de este descuido son accidentes históricos.

 

Por ejemplo, Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, enfocó su atención más en la culpa que en la vergüenza. Posteriormente, los antropólogos pensaron que la culpa era un sentimiento más profundo y sofisticado que la vergüenza, y asumieron que la desarrollada sociedad occidental no tenía o no necesitaba de la vergüenza.Probablemente, la mejor explicación para la vaguedad del término sea la respuesta natural de las personas a las experiencias vergonzosas: encubrirlas y escapar de ellas.

 

Lo último que desean las personas profundamente afectadas por la vergüenza es hablar acerca de este sentimiento. Con frecuencia esconden su vergüenza hasta en la terapia, y prefieren hablar de su ira, tristeza o miedos. Es muy difícil admitir los sentimientos de vergüenza. Y es igualmente difícil confrontar a otros con ese sentimiento. El resultado es que los individuos se aíslan de otras personas en el momento en que más las necesitan: cuando se sienten muy desgraciados o avergonzados.

 

¿Qué es exactamente la vergüenza?

 

Es más que un sentimiento. Es un grupo de respuestas físicas (bajar los ojos o sonrojarse) mezcladas con acciones predecibles (esconderse o alejarse de los demás), pensamientos desagradables ("soy un fracaso") y desesperación espiritual.

 

Según nuestra definición, vergüenza es la creencia dolorosa en una deficiencia básica en uno mismo como ser humano.

 

Esta guía se divide en tres partes. EN la primera intentaremos aprender la experiencia de la vergüenza describiéndola cuidadosamente y señalando el contraste entre la vergüenza normal y constructiva (vergüenza que sirve para mejorar la vida) y los problemas causados por el exceso de ella. Creemos firmemente que la vergüenza puede ser un sentimiento saludable y útil (aunque muy doloroso). Sin embargo, cuando se padece en exceso puede resultar enfermizo. Las personas profundamente avergonzadas sufren mucho y no pueden usar la vergüenza para mejorar su vida.En la segunda parte se tratarán las cinco fuentes diferentes de vergüenza:

 

  • Nuestra constitución genética y bioquímica.

  • Nuestra cultura occidental.

  • Nuestra familia.

  • Nuestras relaciones actuales.

  • Nuestros propios sentimientos y conductas.

 

Una persona puede ver afectada por una o más de estas influencias. Lo más importante es que no hay una sola fuente de vergüenza que se pueda aplicar a todo el mundo. Muchas personas que padecen un sentimiento profundo de vergüenza crecieron junto a padres demasiado severos y críticos que I apoyaron a los hijos.

 

Otros han sido influidos por acontecimientos vergonzosos de su vida adulta, como haberse casado con una persona que los agrede verbalmente. En el caso de no pocas personas, la vergüenza parece provenir de una predisposición genética; asimismo, puede reflejar un prejuicio cultural o discriminación. Finalmente, algunas personas son las mayores generadoras de su propia vergüenza, al agredirse a sí mismas, casi siempre sin justificación real, aun cuando otras traten de apoyarlas.

 

En la tercera parte de esta guía, aprenderemos algunos principios para curar la vergüenza. La curación empieza por el entendimiento y prosigue con la acción; para ello es necesario que:

 

  • Adquiramos plena conciencia de nuestra ver.

  • Nos demos cuenta de nuestras defensas, contra la vergüenza.

  • Aceptemos una cierta capacidad de sentir vergüenza como parte de la condición humana.

  • Nos fijemos metas positivas que nos ayuden a sustituir nuestra vergüenza por autoestima.

 

VERGÜENZA Y CULPA

 

Se podría decir que la vergüenza y la culpa son emociones interpersonales porque ambas nos indican que hay algo que está mal entre nosotros y el resto del mundo. Las dos nos piden hacer una cuidadosa revisión interna y hacer cambios en nuestras vidas. Se parecen también en que las dos son útiles cuando se experimentan en forma moderada, pero resultan dañinas cuando son demasiado intensas. Vivir en demasía cualquiera de estas dos emociones puede resultar abrumador.

 

Existen diferencias importantes entre la vergüenza y la culpa. La primera es que la vergüenza se refiere al fracaso de una persona para poder ser, mientras que la culpa apunta a una falla en el hacer. Las personas dominadas por la vergüenza creen que hay algo intrínsecamente malo en ellas como seres humanos, mientras que las que tienen sentimientos de culpa piensan que han hecho algo malo que debe castigarse. Desde luego es posible que una persona experimente culpa y vergüenza al mismo tiempo. Por ejemplo, el esposo que rompe sus votos de fidelidad probablemente sentir remordimientos.

 

Es posible que se diga a sí mismo que ha hecho algo muy malo (lo cual es una admisión de culpa). También puede creer que es débil, anormal o repugnante y que debe estar inherentemente mal (todo esto indicativo de la vergüenza).

Otra diferencia importante es que las personas con sentimientos de vergüenza generalmente se preocupan por sus deficiencias, mientras que las que se sienten culpables se fijan en sus transgresiones. Los que sienten vergüenza frecuente mente se ven a sí mismos como seres inútiles, incapaces de alcanzar las metas que se han fijado en la vida. Piensan que no son tan listos como sus compañeros de trabajo, tan atractivos corno sus padres, tan bondadosos como sus socios ni tan interesantes como sus amigos.

 

En cambio, el individuo culpable va. demasiado lejos, escriben Gerhart Piers y Milton Singer e su libro Shame and Guilt("Vergüenza y culpa"). Esta persona se dice a sí misma: "Ojalá no hubiera hecho eso. He lastimado a otros y me siento mal por ello." La tercera diferencia entre vergüenza y culpa estriba en que la persona con vergüenza teme el abandono, mientras que el culpable le teme al castigo.

 

El miedo al abandono que padece la persona con vergüenza nace de su creencia de que nadie lo puede querer o valorar por estar tan lleno de defectos. Las personas que no se gustan o no se respetan, esperan frecuentemente que los demás las abandonen en cuanto se den cuenta deque no son perfectas. Los que tienen sentimientos de culpa esperan y temen el castigo porque han hecho algo malo y deben pagar el precio. El castigo puede ser tan leve como un manazo o tan severo como un encarcelamiento.La vergüenza puede ser más difícil de curar que la culpa porque tiene que ver con la persona más que con acciones específicas.

 

La persona con sentimientos de vergüenza se cura cambiando el concepto que tiene de sí misma, logrando así respetarse y sentir orgullo de quien es. El proceso normalmente largo y algunas veces doloroso, requiere contemplar en profundidad nuestras suposiciones básicas sobre nuestro lugar en el universo.

 

En ocasiones, los problemas de vergüenza y culpa están tan entrelazados que es casi imposible distinguir uno de otro. La persona que se pregunta: « pude (yo) hacer algo así?", podría estar enfatizando lo mismo el "así" que el "yo". " pude (yo) hacer algo así?" implica una preocupación por la conducta, la trasgresión y la culpa. " pude (yo) hacer algo así?" implica una preocupación por la identidad, las deficiencias y la vergüenza. Es muy probable que una persona se haga las dos partes de la pregunta consecutivamente o incluso al mismo tiempo. La culpa conduce a la vergüenza y viceversa.

 

Como lector de esta guía necesitarás ejercitar la paciencia.

 

Naturalmente desearás librarte de la vergüenza negativa lo más rápido posible. Sin embargo, mientras lees estas páginas y piensas en la vergüenza, parecerá que el problema se intensifica temporalmente. Continúa con nosotros.

Te enseñaremos a manejar la vergüenza negativa y descubrirás cómo la vergüenza temporal es parte importante de una vida sana. Hemos decidido concentrarnos en el tema de la vergüenza en gran parte porque se ha escrito mucho menos sobre ella que sobre la culpa, y porque la primera ha sido muy mal comprendida.

 

Nuestra atención se centrará en cómo te ves a ti mismo y nuestro propósito es ayudarte a aprender a valorarte más como un ser humano que tiene algo importante que aportar al mundo.

 

VERGÜENZA: FRACASO DEL SER TOTAL

 

Una pequeña de dos años explora el mundo. Descubre un lugar en el jardín donde con mucho entusiasmo se pone a cavar en la tierra, Se siente orgullosa de su logro. "Mírenme -quisiera decirle al mundo-, miren lo que puedo hacer. Soy muy lista." "¡Ve cómo te has puesto! -le grita su madre. Mira este batidero. Estás toda sucia, Cómo has puesto la ropa. Me has desilusionado mucho. Debería darte vergüenza." La niña se siente muy chiquita. Baja la cabeza y se queda mirando al suelo.

Contempla sus manos y su vestido sucios y empieza a sentirse sucia por dentro. Cree que hay algo muy malo en ella, tan malo que ya nunca más quedará limpia. Escucha el tono de desdén de su madre y se siente llena de defectos,Una joven de dieciséis años ha empezado a salir con un muchacho. Éste parece ser todo un caballero y jamás trata de forzarla a hacer algo que ella no quiera. Cada vez confía más en él. Durante las clases se pasan cartitas de amor.

En ellas el muchacho cariñosamente la apoda: "Mi niña sexy." Un día en la escuela, un amigo de su novio le grita al pasar: "niña sexy, ¿cómo estás?"

De inmediato se da cuenta de que su novio debió haber enseñado sus cartas a otros. Se siente muy humillada. Se sonroja por la pena. Quisiera huir de ese lugar. Siente que todos pueden adivinar sus pensamientos, Más tarde recibe una llamada de su novio. Quiere disculparse por lo que ha pasado. Sólo que ahora ella está furiosa. "Aléjate de mí -grita. Nunca te perdonaré por lo que has hecho. No volveré a hablar contigo jamás."

 

Un hombre de mediana edad tiene un empleo seguro en una empresa pequeña, Sus oportunidades para mejorar son excelentes y con frecuencia el supervisor se expresa muy bien de él. Sabe que sus compañeros tienen una magnífica opinión de su desempeño en el trabajo.Un día su jefe lo reprende a causa de un error que ha cometido. Quizá llegó tarde a una junta o tal vez olvidó mandar una factura. Realmente se trataba de una falla menor, Su jefe sólo quería llamarle la atención, no atacarlo.A pesar de ello, el hombre se siente profundamente derrotado. "Sabe" que algo está básicamente mal en él. Piensa que han descubierto que es un fraude, está seguro de que todos piensan que no debería trabajar más en esa compañía.

 

Como no es perfecto supone que no vale nada. Se pasa las horas recordando todos los errores que ha cometido en este y en otros trabajos, lo que lo hace sentirse todavía peor. Se retiraa su oficina, cierra la puerta y se queda allí recluido el resto del día. Sabe que nunca será lo suficientemente bueno. Un hombre mayor pasa gran parte de su tiempo criticando a todo el mundo. Su esposa es estúpida, su hijo es un flojo, su hija es una tonta, sus amigos son vulgares y el mundo está podrido.

 

No duda en decirle a los otros que él es más listo y más sensato, y que en todo lo demás es también mejor que ellos. Pregona por todos lados su sentimiento de superioridad. Realmente espera que los demás le rindan honores. Quizá esta imagen que proyecta convenza a algunos.

 

Pero otros se dan cuenta de que este hombre usa una m A través de su altanería y arrogancia pueden ver a la persona insegura que se esconde detrás. Se percatan de cómo trata de convencer al mundo de que él es mejor que los demás, cuando realmente siente lo contrario. Debido a su desprecio hacia el resto del mundo, vivir cerca de él es muy difícil. En lugar de adorarlo y rendirle honores, los demás se alejan, lo evitan y no desean contarle nada sobre ellos. Las cuatro personas de estos ejemplos comparten el mismo problema: el sentimiento de vergüenza.

 

Es tan doloroso, que a veces se siente en todo el cuerpo. Existen diferentes tipos de vergüenza y nunca es exactamente igual en un individuo que en otro. La vergüenza de la niñita, por ejemplo, es mucho más física y menos intelectual que la del hombre mayor. El sentimiento de humillación y de haber sido expuesta que ve la joven, contrasta con las dudas a largo plazo del hombre de negocios. El hombre mayor esconde de sí mismo, más que de los otros, su vergüenza, mientras que el hombre de negocios ha mantenido la suya en secreto. En estos ejemplos, lo único que ocurre es que la jovencita ha transformado su vergüenza en rabia.La experiencia de la vergüenza tiene algunas características comunes:

respuestas físicas y definidas, pensamientos desagradables, conductas problemáticas y gran sufrimiento espiritual.

 

EL COMPONENTE FÍSICO DE LA VERGUENZA

 

El sentimiento repentino de una vergüenza enorme es una experiencia abrumadora. Un momento antes uno se siente bien, lleno de energía, autoestima y alegría, y repentinamente algo malo sucede; puede ser algo tan trivial como advertir una mancha en la camisa o la blusa, o tal vez algo más obvio como que nuestro jefe nos grite por un error cometido. Son momentos en los que quisiéramos quedarnos tranquilos y serenos, pues en estas situaciones nada desearíamos más que responder con dignidad, gracia y compostura, Quisiéramos que nuestros cuerpos cooperaran, pero en lugar de eso sentimos que nuestra cara está muy caliente. Por alguna razón no podemos hacer que nuestros ojos miren de frente, insisten en seguir la dirección de nuestra cabeza, que apunta hacia el suelo. En ocasiones se percibe una Opresión en el pecho. Al mismo tiempo el corazón empieza a latir aceleradamente; en ese momento no tenemos control sobre nuestro cuerpo. Algunos tenemos una sensación de vacío en el estómago, y el tiempo parece arrastrarse con lentitud mientras nos retorcemos presas de una aguda conciencia de nosotros mismos. Casi no podemos hablar. Tenemos vergüenza. Es bastante desagradable vivir este primer ataque de vergüenza. Sin embargo, una vez que nos damos cuenta cabal estas sensaciones, es posible que lleguemos a sentirnos peor todavía. Ahora nos avergonzamos de nuestra vergüenza aunque tratemos desesperadamente de calmarnos, nuestro cuerpo se niega a obedecer. El calor de la cara se transforma en un incendio, nos sonrojamos de pena. Nuestra mirada se dirige hacia abajo, tenemos que luchar contra la terrible urgencia de escapar, de darle la espalda a todo el asunto Quizá empecemos a sentir nausea En realidad, nos estamos enfermando por causa de nuestra vergüenza.No todos los ataques son tan dolorosos. Pero se puede decir que casi siempre es un evento físico, Las formas más sutiles incluyen breves vacilaciones en el lenguaje, mirar hacia otro lado mientras se habla con alguien, cambios ligeros de conversación y una sensación imperceptible de rubor e incomodidad. La vergüenza es ante todo un sentimiento. Hay otras dos respuestas físicas comunes en un ataque de vergüenza. Primero, la sensación de hacernos cada vez más chiquitos. Segundo, la impresión de que las personas que nos rodean se hacen más grandes, más fuertes y peligrosas. Es como si nos encogiéramos. Lo que realmente pasa es que nos hemos empequeñecido, instintivamente ocupamos me nos espacio encogiendo nuestros brazos y piernas. Tratamos de protegernos haciéndonos chiquitos. Todos los que han experimentado estas sensaciones nos dicen que cuando se avergüenzan se sienten como niños pequeños. Las personas avergonzadas se sienten vulnerables, desprotegidas y expuestas aun a pesar del esfuerzo por retraerse. Esto es mucho más que un pensamiento: es una respuesta corporal que suele ser muy incómoda. La mirada de los demás es como algo tangible que casi las toca. Es como si la piel se volviera transparente de modo que los otros pueden ver a través de ellas. La persona avergonzada desearía intensamente volverse invisible. En cambio, se siente completamente abierta a la inspección de los demás.Pero la vergüenza es más que un sentimiento. Los sentimientos desconcertantes suscitan pensamientos dolorosos con los que por lo general ya está muy familiarizada la persona avergonzada y que sólo aumentan sus problemas. Estos pensamientos confirman los sentimientos de devaluación que son característicos de la vergüenza.

© 2014-2017 Dr. Carlos Daniel Marino - Orientador Emocional - México - Argentina - EEUU

 

 

VISITAS

 

 

    • Nombre : Olga Delgado Jimenez

    • Email : 

    • Asunto : agradecimiento

    • Mensaje : Dr.Danny, mi admiración y respeto,eh asistido a parte de sus conferencias,son muy explícitas,de mucha ayuda para la retroalimentación mental y emocional, felicitaciones por su compartir día a día.

 

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  • Sent on: 22 May, 2014

     

    • Nombre : GRACIELA LEDEZMA

    • Email : 

    • Asunto : GRACIASSS!!!!!

    • Mensaje : MUY FELIZ DE AHORA EN MAS PODRE RECIBIR Y O LEER VUESTRA PAGINA.TE QUIERO MUCHO HERMANITO.VAYAN BENDICIONES A TU VIDA.

  • Sent on: 22 May, 2014

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